Técnicas decorativas de pintura: Trapeado
Hace unas semanas os hablábamos de dos técnicas de pintura para conseguir texturas con mucha personalidad en las paredes de vuestro hogar. Os hablábamos de las técnicas de la pintura con veladuras y el esponjado.
Los efectos decorativos que podéis conseguir con la pintura son numerosos, la cantidad dependerá de vuestro conocimiento y valentía a la hora de poneros manos a la obra. Hoy os explicamos una nueva técnica: el trapeado.
Pintar con la técnica del trapeado
La técnica del trapeado es parecida al esponjado, pero en este caso, utilizaremos una trapo como herramienta para aplicar la pintura. Es una técnica de fácil realización y muy rápida, con la que conseguiréis resultados realmente vistosos.
Antes de empezar, preparad la superficie a pintar. Reparad las imperfecciones si las hay y aplicad una capa de imprimación para mejorar la adherencia de la pintura. Si queréis saber más acerca de imprimaciones, consultad nuestra entrada sobre cómo elegir y aplicar una imprimación.
Una vez preparada la superficie, es el momento de aplicar una capa de pintura base. Para ello, os recomendamos que utilicéis nuestra gama de Pinturas Lepanto Ecológica, que cuenta con más de 30 colores. El color de la capa de pintura base puede ir en consonancia con la capa decorativa si queréis conseguir un acabado más suave e integrado; pero si lo que buscáis es un acabado contrastado e impactante podéis utilizar colores complementarios. Con la técnica del trapeado podéis combinar hasta tres colores.
Una vez hayáis aplicado la capa de pintura base, comenzaréis con el trapeado. Untad el trapo en una cubeta de pintura y experimentad, los efectos que podéis conseguir son muy variados, dependerán de los tonos de pintura elegida y del movimiento que realicéis. Podéis aplicar la pintura dando golpes suaves, frotando la superficie en movimientos circulares o en línea, o haciendo rodar el trapo por la superficie.
Formas de realizar el trapeado
El trapeado se puede crear de tres formas: quitando pintura, añadiendo pintura o trapeado de rodillo.
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Trapeado quitando pintura: Es la práctica más habitual. Una vez seca la capa base, aplicaréis la segunda capa de pintura (diluida en agua) y, con ésta aún húmeda, pasaréis el trapo eliminando parte de la misma y dejando ver el color base.
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Trapeado añadiendo pintura: Una vez seca la capa base, untad el trapo en la cubeta de pintura del segundo color (sin diluir). En este caso, el acabado será mucho más contrastado que en el anterior.
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Trapeado de rodillo: Una vez seca la capa base, enrollad el trapo dándole forma de “rodillo” y lo humedecéis en la cubeta de pintura (sin diluir). Hacedlo rodar por la superficie en movimiento vertical, obtendréis un efecto a rayas más uniforme que en los casos anteriores.
Lo importante de la técnica del trapeado es que ejerzáis en todo momento la misma presión, independientemente del dibujo o la forma de realizarlo que hayáis elegido. Os recomendamos que practiquéis en un papel primero.
¿Os ha quedado claro? ¡Entonces manos a la obra!
Fuente de las imágenes: www.comopintarunacasa.com y www.espaciohogar.com