Paredes degradadas pintadas por ti mismo

¿Tu casa necesita ser pintada con un toque diferente? Hoy te proponemos una tendencia que ha vuelto con fuerza al mundo de la decoración: Revival, o lo que es lo mismo degradado.
Las paredes lucen un aspecto bonito y a priori puede parecer una técnica compleja. Pero lo cierto es que no son difíciles de pintar. Eso sí, te llevará tiempo y trabajo. Pero como siempre os decimos en Pinturas Lepanto, pintar, es una cuestión de técnica y paciencia. Hoy en el blog te contamos cómo hacerlo tú mismo, paso a paso.
El degradado puede ser horizontal, vertical o en zigzag. Asimismo, ten en cuenta que con los tonos pastel se consiguen resultados muy atractivos y elegantes aunque puedas optar por cualquier color. No obstante, nosotros te recomendamos que en estancias pequeñas o con escasez de luz, optes por elegir colores claros para dar mayor dimensidad al espacio desde el punto de vista visual y a su vez más luminosidad.
MATERIALES
- Cinta carrocero o plástico para proteger el rodapiés/suelo
- Pintura
- Rodillo y bandeja
- Brocha
- Esponja grande
- Metro
- Lápiz
PASO A PASO
ELECCIÓN DE COLORES. Lo primero de todo es elegir los colores que vas a utilizar. Es decir, si quieres usar uno (porque la pared es blanca y la quieres conservar), dos o varios. Si utilizas dos tonos parecidos, ten en cuenta que las transiciones te resultarán más fáciles porque quedarán más difuminadas. En Pinturas Lepanto te recomendamos que le eches un vistazo a nuestra nueva carta de colores ecológica para interior.
Protege la zona que no quieres pintar con ayuda de la cinta de carrocero y el plástico. A continuación marca muy suave y con lápiz la línea de separación entre los dos colores.
Ten presente que cuanto más parecido sean ambos colores, más suave será el toque final. La parte superior será el color más claro. Aunque también puedes hacerlo al contrario. En ese caso, los techos darán la sensación de ser más bajos. Aplicado ya el segundo color, difumina los dos tonos con la ayuda de una esponja o un pincel seco.
No dejes que se seque, pero si ha ocurrido y no se funden, mezcla la pintura de los dos colores a partes iguales y aplícala por la línea de separación con la ayuda de una brocha. Al mismo tiempo, usa la esponja para repartirla bien y que la transición quede perfecta.
Fuente: decorablog
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