Cómo reparar y pintar un columpio

Un columpio en el jardín es uno de los objetos más preciados para un niño, puede pasarse horas y horas balanceándose en él, mientras os cuenta lo que ha hecho en el colegio u os pide que lo empujéis más y más fuerte. Sin embargo, los columpios de metal se oxidan con el paso del tiempo y la lluvia. Por ello, en Pinturas Lepanto os queremos dar unas pautas para poner a punto el columpio de vuestros hijos y disfrutar con ellos muchas más tardes de historias y balanceos.

Eliminar el óxido de un columpio de metal

Si vuestro columpio es de piezas desmontables, os aconsejamos que las separéis para llegar a reparar hasta el rincón más escondido. Seguramente, además de óxido, vuestro columpio presentará partes con pintura descamada; para eliminar ambas, tendréis que lijar toda la superficie hasta acabar con cualquier impureza. Os recomendamos que utilicéis una lija del nº 180, también podéis usar decapante o lanillas de acero.

Una vez lijada la superficie, eliminad los restos de polvo con un paño húmedo y dejad que la superficie seque perfectamente.

Imprimar y pintar un columpio de metal

Si el columpio tiene un asiento de otro material (plástico, PVC o madera) protegedlo con plástico y cinta de carrocero para evitar que se manche. Antes de empezar a pintar, es necesario aplicar una imprimación sobre el metal para mejorar la adherencia de la pintura. Os aconsejamos que utilicéis nuestra Imprimación Sintética Antioxidante SR, que destaca por su excelente rapidez de secado, gran cubrición y elevado poder anticorrosivo. Lo que la hace ideal para la protección de todo tipo de superficies metálicas. Podéis aplicarla con brocha o pistola.

Una vez seca la imprimación, llega el momento de aplicar la pintura. Podéis utilizar nuestro Nodisol Esmalte al agua, un esmalte acrílico en acabado brillante, mate o satinado con todas las posibilidades de color de nuestro Sistema Tintométrico Lepancolor. Este esmalte está indicado para la protección y decoración del metal en exteriores y es de gran resistencia a la intemperie. Lo podéis aplicar con brocha, rodillo o pistola.

En cuanto a la elección del color, sed originales, ya que vais a reparar el columpio, aprovechad y darle los colores o efectos que os apetezcan. Desde Pinturas Lepanto os animamos a que hagáis de esta tarea un juego con vuestros hijos, preguntadles cómo quieren que quede su columpio y que elijan el color de la pintura. Los resultados serán maravillosos: colorines, topos, rayas, degradados...

Fuente de las imágenes: Viveros Gava , www.pinterest.com